Hoy, #diainternacionaldelamujer nos ha resultado muy interesante y apropiado el estudio realizado por el digital especializado brainsre.news en el que analizan la presencia femenina en el inmobiliario español.

“En España, el 56% de las personas que trabajan en el sector inmobiliario son mujeres. La cifra de profesionales femeninas en real estate aumentó cerca de un 10% de 2013 a finales de 2022. Aunque tiende a considerarse un ámbito «históricamente masculinizado», según el Instituto Nacional de Estadística (INE) no se trata de una nueva tendencia”. Esto demuestra que el colectivo femenino aporta unas cifras de presencia muy relevantes y la tendencia va en alza.

Para conocer las diferentes percepciones y sensibilidades desde campos muy diversos dentro de la industria inmobiliaria, han realizado una encuesta en la que han participado más de 50 profesionales de hasta 14 empresas”. Los datos que arroja este análisis son muy ilustrativos, especialmente en lo que se refiere a la percepción de la paridad: “aunque el 84,9% de las profesionales cree que el número de mujeres y hombres en su empresa es equilibrado, la igualdad aún no ha llegado en otros conceptos. El 64,2% cree que sí existe el techo de cristal en el sector, y el 62,3% señala, además, la brecha salarial”.

Sin embargo, de un tiempo a esta parte, ya existe un potente asociacionismo en el sector con agrupaciones de tanto calado como Women in Real Estate Spain (WIRES) “la mayor asociación de consejeras y directivas del sector inmobiliario, con 390 socias en puestos directivos del sector, o la Asociación de Mujeres Profesionales del Sector Inmobiliario (AMPSI), con más de 300 socias, también pertenecientes al sector”.

En cuanto a los nuevos perfiles laborales que van fortaleciendo esta presencia femenina en el sector, destacan las profesionales procedentes de las ramas de informática, finanzas y comercio, además de la consolidación en disciplinas relacionadas con la arquitectura, el interiorismo, el Home Staging, el marketing…  donde la presencia femenina suele ser muy alta. No obstante, como aclaran las encuestadas, lo interesante de esto, complementando a la cuestión de género, es la profesionalización, sin duda, una de las más acuciantes necesidades del sector, junto a la apuesta por la multidisciplinariedad.

Y siguiendo con la paridad; a la pregunta “¿Es equilibrado el número de mujeres y hombres en la plantilla de las empresas del sector?”. Respondieron “sí un 84,9% y no un 15,1%”.

De la lista de cuestiones planteadas, nos ha resultado muy significativa la respuesta a si existe en el sector inmobiliario brecha salarial, a lo que “un 62,3% ha contestado que sí, mientras que un 37,7% no tiene esa percepción”. A esta le sigue la obligada pregunta sobre el techo de cristal, a lo que “un 64,2% de las encuestadas ha contestado que sí, mientras que un 35,8% no tiene esa sensación”. Estas cifras hacen plantearse el por qué la paridad y el equilibrio se va rompiendo a medida la categoría profesional y la remuneración aparejada es de más relevancia. Ahí, sin duda, el embudo se va estrechando.

A la luz de los datos que aporta la encuesta, este es el talón de Aquiles, porque como ilustran las respuestas compartidas por muchas de las encuestadas si bien perciben paridad en cuanto a número entre hombre y mujeres, no perciben igual en cuanto a cargos y a sueldos. “Hay muchas mujeres trabajando en el sector inmobiliario en la actualidad, pero se trata de puestos técnicos, las mujeres tienen difícil acceso a los puestos de mayor responsabilidad y decisión de las compañías”, opinan algunas de estas profesionales.

Una de las claves es la visibilización. Muchas de estas profesionales consideran que hacen falta “referentes femeninos en posiciones relevantes en el sector”, pero matizan, también ven necesario “normalizar la presencia femenina”.

En definitiva, este estudio refleja con bastante fidelidad el panorama actual en el Real Estate en lo que se refiere a paridad, brecha salarial, techos de cristal y cuestiones íntimamente ligadas a estos conceptos como son la flexibilidad, la conciliación y la visibilización, pasando por la normalización.

Fuente: brainsre.news

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