En Active Inmobiliaria siempre hemos sido partidarios de trabajar desde un enfoque multidisciplinar que pasa por la integración y centralización de todos los procesos que intervienen en cualquier operativa inmobiliaria. Este sistema garantiza un control de principio a fin de toda la operación que se traduce en una experiencia de usuario mucho más completa, transparente y satisfactoria.

Por ello nos ha resultado de interés lo que propone en el digital expansión.com Christian Aguilar, Director de Desarrollo de entidades de mediación hipotecaria. En su artículo, Aguilar va un paso más allá en esta integración y optimización de procesos que ya tantas agencias han implementado en su mecánica de trabajo, y plantea que el futuro de las agencias depende de que éstas “integren especializaciones transversales en un centro hipotecario para mejorar la experiencia del cliente y diversificar las fuentes de ingresos”.

Desde luego su propuesta parece coherente y muy en consonancia con los tiempos presentes y los que están por llegar; una propuesta que se fundamenta en dos conceptos clave: la integración y centralización de especializaciones transversales y la diversificación de fuentes de ingresos.

Y es que, en efecto es un hecho, como apunta el autor, que “en el ecosistema inmobiliario, la mediación inmobiliaria y la hipotecaria han coexistido de forma notable, pero frecuentemente como entidades separadas sin explotar un potencial poco explorado y del que ambas partes se pueden ver fuertemente beneficiadas”.

Aguilar defiende la idea de que las agencias con mayor recorrido serán las que sepan integrar lo que él denomina un “centro hipotecario” dentro de su estructura organizativa. Algo que, por un lado, proporciona a la empresa un control total real de cada operación y a la vez ofrece una experiencia de usuario mucho más competitiva.

Se trata de una visión estratégica en la que la agencia funciona como un “director de orquesta”; teniendo el control total de cada paso del proceso, desde la incorporación de la propiedad a su cartera, pasando por la financiación de la compra, hasta la firma en notaría.  En palabras de Aguilar; “este proceso, que tradicionalmente ha sido fragmentado y administrado por varias entidades, ahora se convierte en una melodía coherente y sin interrupciones dirigida por una sola agencia”.

Es más; al incorporar este servicio de financiación a través de un centro de mediación hipotecaria integrado, la agencia podrá, por un lado, sugerir a los clientes demandantes propiedades que se ajusten de modo realista a su capacidad económica, evitando operaciones fallidas que provocan frustración a todas las partes, y, por otro lado, de cara al propietario, ofrecerle una mayor garantía de éxito al descartar las opciones inviables. De este modo habrá mayores probabilidades de que el comprador potencial se convierta en real.

El contar con un servicio de mediación hipotecaria integrado en la agencia, para Aguilar “simplifica el proceso y mantiene la confianza y continuidad, evitando la necesidad de introducir a múltiples actores en cada etapa hasta completar la transacción”.

Todo ello se traduce en un servicio absolutamente transparente para el usuario; en el que la toma de decisiones se ve favorecida por la comunicación con un solo interlocutor mediador que garantiza los intereses de su cliente de inicio a fin de una manera más personalizada y, en definitiva, en una optimización de los procesos que resultará ventajosa para todas las partes involucradas.

Y en lo que a rentabilidad económica se refiere, lo interesante es que no sólo los clientes finales se benefician de esta nueva operativa, “para las compañías que lo han implantado en su estructura, el centro hipotecario se convierte en un motor de diversificación y una nueva fuente de ingresos, y no hablamos de una suma adicional menor, en algunos casos, estos ingresos pueden superar a los que la propia agencia puede generar con la mediación inmobiliaria”, añade Aguilar. Sin duda, un valor añadido.

Situando su propuesta dentro de un contexto de incertidumbre en términos de estabilidad política y con un marco legislativo cambiante “esta diversificación de ingresos se vuelve aún más crucial”. En la coyuntura actual, y tras la entrada en vigor de la nueva ley de vivienda “las agencias inmobiliarias están en la búsqueda activa de alternativas viables y rentables para generar ingresos y reducir el impacto de la retirada masiva del mercado de viviendas de alquiler”.

En definitiva; la integración de éstos y otros servicios transversales “no sólo abre nuevas vías de ingresos, sino que también permite a las agencias reutilizar los recursos generados, aumentando notablemente la rentabilidad en ambas fuentes de negocio. Así, en lugar de desviar capital y recursos humanos a entidades externas para gestionar la financiación hipotecaria, las agencias pueden mantener estos recursos internamente y utilizarlos para mejorar y expandir su oferta de servicios“.

Fuente: expansión.com

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