Según el digital abc.es “La rentabilidad que ofrece una vivienda en alquiler sigue siendo atractiva”.

Pese a la crisis sanitaria, y en un escenario anómalo con visos de mejora, el activo residencial sigue siendo el valor refugio para muchos inversores. La demanda estancada empieza a crecer y las operaciones de compraventa van ganando fuerza.

Una solución de inversión con futuro es la ya conocida fórmula de comprar para reformar y alquilar, pero, aun siendo “una de las opciones más consolidadas cuando se dispone de ahorro”, como nos aconsejan desde site de pisos.com, no debemos pasar por alto aspectos clave para que la rentabilidad compense la inversión.

#1 Precio y Ubicación. No siempre una vivienda a bajo precio va a ser la más rentable. Pese a que los precios puedan resultarnos atractivos hay que valorar la localización y muy especialmente si se trata de una zona deprimida o con un alto índice de morosidad o una zona mal comunicada; aspectos que, sin duda, podrían hacer difícil encontrar buenos perfiles de inquilinos.

#2 Presupuesto para la Reforma. Lógicamente, al precio de compra hay que añadir el presupuesto para la reforma, como nos recomiendan los expertos “a veces es más recomendable gastar un poco más en la adquisición para evitar tener que llevar a cabo obras de gran calado”, ya no solo por su mayor coste sino porque obras las obras más complejas se dilatan más en el tiempo y entretanto nuestro inmueble no nos está dando ningún beneficio al no estar operativo.

#3 Estado del Edificio. Como sucede con muchas viviendas antiguas del centro de las capitales, las viviendas pueden estar impecablemente mantenidas pero el estado del edificio puede ser deficiente: conducciones, eficiencia energética, elementos comunes mal mantenidos, ascensores que fallan… Todo ello repercutirá en nuestra contra ya que por un lado el inquilino que pida información puede echarse atrás y de cara a un futuro nos va a suponer grandes costes para revalorizarla y sin garantías absolutas porque dependerá de la coyuntura del mercado.

#4 Rotación de Inquilinos. “Hay mercados donde el precio de compra es más alto, pero en cambio, la presión de la demanda de alquiler es muy alta, lo que es garantía de que el piso que has comprado nunca estará vacío”. En estos casos en los que, digamos, hay que hacer más cábalas, nos recomiendan acudir a los servicios de una agencia o asesoría para saber que vamos sobre seguro.

#5 Rentabilidad del Alquiler. Como indican en el artículo “Son varias las fuentes que actualizan de forma periódica la rentabilidad de un piso arrendado, cruzando datos de precios de venta y alquiler.” Lo que sí hay que tener muy en cuenta es que estos indicadores no son más que una guía, te hacen un cálculo estimado de la rentabilidad bruta pero la que nos debe importar es la neta: siempre hay que descontar gastos como el IBI, el IRPF, comunidad, tareas de mantenimiento, etc., para hacernos una idea mucho más certera de nuestro margen de beneficio.

Fuente abc.es
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